¿Qué es eso?
La liberación Somato-Emocional es un proceso terapéutico cuyo objetivo es liberar el cuerpo y la mente de los efectos residuales de lesiones y experiencias negativas.
¿De dónde viene?
El concepto de liberación Somato-Emocional fue desarrollado durante un periodo de tres años (1977-1980) en el que el Dr Zvi Karni y el Dr. John Upledger colaboraban como investigadores en el Departamento de Biomecánica de la Universidad Estatal de Michigan, en East Lansing.
La Formación del Quiste Energético
Este concepto está basado en la creencia de que las fuerzas físicas ejercen una fuerte influencia en el cuerpo de la víctima en el momento del accidente o de la lesión. Esto puede decantarse en dos variantes:
- El cuerpo, físicamente traumatizado, puede comenzar directamente con la disipación de estas fuerzas y el proceso natural de curación.
- Las fuerzas físicas que el cuerpo de la víctima tiene que superar pueden fijarse en lugar de dispersarse.
Cuando se retinen estas fuerzas, el cuerpo de la víctima tiene que adaptarse a este depósito de fuerzas físicas anormales. La respuesta adaptativa consiste en aislar la fuerza anormal y así se forma un quiste energético.
Este quiste energético representa una zona localizada con una actividad particular disminuida. Con esto nos referimos a los iones y moléculas que se mueven de forma caótica y desorganizada de tal manera que ya no pueden efectuar mas su función normal y efectiva en el cuerpo.
Esta situación localizada de actividad desordenada de partículas o de formación de un quiste energético en el cuerpo de la víctima provoca la necesidad de adaptación en los alrededores del quiste. La zona en disfunción no coopera en el movimiento del fluido ni con el tejido normal y vital, y así el quiste energético impide el funcionamiento normal del cuerpo.
Un cuerpo con una salud razonable se puede adaptar al quiste energético y trabajar alrededor de él. Sin embargo, se requiere una energía adaptativa extra para el funcionamiento corporal de la zona con la actividad no cooperativa y desordenada.
Al pasar los años la energía extra que se necesitaba para el funcionamiento se gastó, y comienza el modelo adaptativo del cuerpo a perder su efectividad. Aparecen síntomas y disfunciones que son cada vez más difíciles de ignorar o suprimir.
¿Qué hace posible que un traumatismo físico se convierta en un Quiste Energético?
El factor más determinante en su formación es el estado emocional de la víctima en el momento del accidente. Cuando determinamos sentimientos negativos de la víctima prevalecen en el momento que ocurre el traumatismo físico externo probablemente permanecerá esa fuerza y podrá convertirse en un quiste energético.
Hemos podido constatar una y otra vez que las personas que mantienen este tipo de heridas y accidentes, son las mimas personas que albergan la rabia, el enfado, el temor, etc. del accidente.
Una vez descubiertos y superados estos sentimientos, las disfunciones corporales junto su cuadro sintomatológico son libres para abandonar el cuerpo de la víctima.
¿Cómo funciona la Liberation Somato-Emocional?
Hemos observado desde que comenzamos con el desarrollo de este proceso terapéutico, que el cuerpo de la victima parece tener dos “mentes”. Una parte de la víctima quiere mantener el statu quo”. Después de todo vive todavía, el cuerpo trabaja duro a pesar de que su trabajo puede ser aunque puede ser ineficiente y doloroso. ¿Por qué arriesgarse a cambiar?
La otra parte de la victima se esfuerza en mejorar lo que equivale a la necesidad de resolver el quiste energético y así poder liberar al cuerpo de las adaptaciones hasta ahora necesarias y de la incomodidad.
Durante el proceso terapéutico de Liberación Somato-Emocional funcionamos como facilitadores en colaboración con la parte de ti que quiere deshacerse de la formación anormal del quiste energético. Para poder hacer eso animamos los aspectos positivos de tu cuerpo y disuadimos los aspectos negativos. Te ayudaremos a expulsar el quiste energético de tu cuerpo a través de la facilitación de la memoria corporal de la herida y así poder liberar la represión.
Esta ayuda se obtiene al tocar y sintonizar con lo que el cuerpo quiere hacer, y asistir en este proceso. El resultado normal es que el cuerpo va adquiriendo las posiciones del momento en el cual estuvo expuesto a la influencia de las fuerzas externas.
Cuando esto ocurre podemos percibir la liberación del cuerpo y como se disuelve el quiste. Igualmente se puede percibir la irradiación de calor que sale de las zonas que habían retenido las fuerzas negativas perjudiciales; además, percibimos como las fuerzas abandonan el cuerpo por el mismo sitio que entraron en él.
Se entiende probablemente que el proceso de Liberación Somato-Emocional requiere del terapeuta una gran sensibilidad y por parte del paciente una actitud de confianza. Para ambos es una experiencia muy mística. Es difícil describirlo con palabras, pero una vez que experimentes la liberación del quiste energético, entenderás claramente porque es y desaparecerá la necesidad de describirlo verbalmente.
¿Qué esperar como resultado de la Terapia Somato-Emocional?
Durante la sesión terapéutica de liberación del quiste energético resulta frecuente vivir el dolor, el temor, la pena, la furia, etc. que acompañan al accidente originario. Puede ser que durante el tratamiento al pasar unos días de la sesión se revivan recuerdos y sentimientos desagradables.
Revivir los aspectos negativos del accidente es un buen signo de que el tratamiento ha liberado, por lo menos una parte, de los problemas que guardaba. Cuando este tipo de reacción ocurre, no trates de reprimir el dolor y la emoción. Concéntrate en el recuerdo y trata de revivirlo al máximo. Una vez familiarizado con todo el incidente, trata de anular el componente negativo destructivo y conviértelo en energía positiva constructiva.
La Liberación Somato-Emocional no es siempre una bonita experiencia pero los resultados merecen el esfuerzo.