Esta disfunción, hoy día muy común, consiste en dolor en la articulación de la mandíbula, chasquido articular y rigidez, dolor de cabeza, nuca y cuello, alteraciones visuales, auditivas, de equilibrio, de atención y mentales. Personas que por la noche mantienen la mandíbula apretada, que produce el típico rechinar de dientes nocturno y el consiguiente desgaste de los dientes, porque se van limando.
La forma de abordar este problema es a través de diversos profesionales y distintas terapias. El odontólogo debe examinar la boca y preparar al paciente una férula que permite que la mandíbula este más equilibrada y que los dientes se desgasten más. Y los fisioterapeutas con distintas técnicas manuales.
Esas técnicas consisten en:
– Terapia Cráneo Sacral y liberación somato emocional: conseguiremos equilibrar tensiones internas, equilibrar el sistema nervioso autónomo, equilibrar mente/emociones, liberar tensiones en los huesos del cráneo y cara (paladar).
– Terapia de inducción miofascial: nos permite trabajar los músculos implicados en la masticación (pterigoideos internos y externos, masetero, temporal,… ), musculatura hioidea, lengua, los huesos que forman la cara.
– Osteopatía: corregimos las disfunciones del cuello, equilibrando los centros nerviosos de la musculatura masticatoria.
– Kinesiología: testa y relaja la musculatura a través de diversos puntos reflejos. Y permite relajar el sistema nervioso y las tensiones en la articulación temporomandibular.